La vacunación de la trucha arcoíris puede ser muy eficaz para prevenir enfermedades y minimizar los riesgos y desafíos ambientales. En este capítulo, revisamos diferentes metodologías para proporcionar vacunas a nuestro stock.
La vacunación de la trucha arcoíris puede ser muy eficaz para prevenir enfermedades y minimizar los riesgos y desafíos ambientales. Las poblaciones de peces que se crían en criaderos o ambientes controlados generalmente no tendrán ninguna inmunidad natural a muchos de los patógenos que se encuentran en la naturaleza. El propósito de las vacunas es exponer a los animales a formas inactivadas de enfermedades naturales, sin representar ningún peligro para los consumidores. Hay tres formas de administrar las vacunas:
1. Oral Por lo general, se recubre en la parte superior del alimento comercial y se alimenta al ganado. Este método puede ser un desafío, ya que a veces es difícil garantizar la dosis adecuada. Si ya se están mostrando signos de enfermedad en la población, los peces pueden estar letárgicos y no estar dispuestos a consumir el alimento tratado. La palatabilidad del alimento también puede verse afectada, lo que aumenta la dificultad de lograr que toda la población ingiera la dieta y la vacuna..
2. Inmersión
Comúnmente conocido como tratamiento de “inmersión” o “baño” y generalmente se realiza cuando los peces son de menor tamaño. Los peces se sumergen en una solución de vacuna durante un período de tiempo determinado y luego se vuelven a colocar en agua dulce inmediatamente después. Este método es útil para el tratamiento de grandes poblaciones de forma rápida y eficaz.
3. Inyección Se considera que este es el método más eficaz para introducir vacunas. A los peces se les administra individualmente una dosis de vacuna mediante inyección. Este método puede consumir mucho tiempo y tiene un riesgo inherente de inyección accidental al personal.
Troutlodge utiliza vacunas como una de las muchas herramientas para mantener saludables nuestras poblaciones de truchas. El programa de vacunación actual incluye un tratamiento de inmersión, cuando los peces tienen menos de 10 gramos de tamaño, y una inyección de refuerzo, aproximadamente a los 18 meses de edad. Todo el ganado está vacunado contra Yersinia Ruckeri, el patógeno bacteriano que causa la enfermedad bucal roja entérica (ERM), así como contra Aeromonas salmonicida. Estos tratamientos con vacunas son efectivos para generar una respuesta inmunitaria protectora contra estas enfermedades comunes.